La mamografía 3D con tomosíntesis y esterotaxia es una técnica diagnóstica basada en el empleo de rayos X para el estudio de la patología mamaria. Debido a la alta frecuencia y prevalencia del cáncer de mama, además del empleo de la mamografía para el estudio de síntomas concretos, se realizan campañas de detección (screening) del cáncer de mama, en el que se realizan estudios mamográficos a pacientes asintomáticas comprendidas en un determinado rango de edad para detectar precozmente tumores que aún no han presentado síntomas para hacer un tratamiento curativo más efectivo y lo menos agresivo posible.
La tomosíntesis aumenta notablemente las posibilidades de diagnóstico de patologías mamarias, tanto en número como en precocidad, es más cómoda y resolutiva y menos dolorosa para las pacientes. Asimismo, y en comparación con otros equipos semejantes, el equipo consigue la mejor calidad de imagen con la mínima dosis de radiación posible. De hecho, permite reducir entre un 30% y un 50% la dosis de radiación.
Gracias a la tomosínteis se consigue ralizar paralelamente una mamografía junto con una reconstrucción volumétrica, es decir, un scanner, en cortes de tan solo 1mm de espesor, con lo que conseguimos evitar la soperposición de tejidos.
Esta técnica está indicada en el estudio de imágenes dudosas en mamografía, fundamentalmente asimetrías focales, distorsiones sutiles de la arquitectura y nódulos con márgenes dudosos. En estas lesiones, la tomosíntesis aporta información adicional sobre las características de los márgenes, lo que permite la identificación de lesiones adicionales de pequeño tamaño.
Nuestro Mamógrafo permite igualmente realizar la biopsia estereotáctica. La perspectiva de una experiencia de biopsia para una paciente puede ser traumática y, aunque el objetivo fundamental es proporcionar a los radiólogos herramientas para realizar una biopsia que maximice su tasa de éxito, el impacto psicológico en la paciente no puede dejarse de lado, con esta técnica se evitan biopsias innecesarias.
La tomosístesis o mamografía 3D utiliza rayos X de baja dosis, sistemas electrónicos y por último, un ordenador para convertir la información en un modelo tridimensional. Las imágenes obtenidas por los rayos X son digitalizadas y luego enviadas al ordenador para crear una recreación.